¿Quién eres tú?
Te he visto abrirte muchas veces como la brisa
que invade las ventanas de la madrugada,
como el río que se entrega al mar
sin saber su nombre, sin recordar su origen.
Dime, ¿quién eres cuando la noche
te encuentra desnuda de deseo sin amor
pero cubierta de manos ajenas?
¿Quién eres cuando el placer te rompe el pudor
pero no te deja cicatrices?
Yo te he amado con el fervor
de un creyente ante su último rezo,
con la certeza de quien nombra la piel
como si nombrara la vida.
Te he tomado en mil noches
y en todas te he poseído amándote,
pero tú,
tú te deslizas en cuerpos sin alma,
te pierdes en labios sin voz,
te dejas morir en abrazos
que nunca supieron tu historia.
¿Por qué profanas tu carne
como si fuera un templo abandonado?
¿Por qué yaces sin pudor
en brazos que no te esperan al alba?
Dime,
¿quién eres tú?