7 de febrero de 2025

 


"Error 404: Amor no encontrado"

Siempre pensé que el amor era un río eterno,
un fuego encendido sin miedo a la lluvia,
una patria sin frontera ni relojes,
una voz que responde aunque el eco se pierda.

Lo pensé, y volqué mi vida a su cauce,
como un náufrago ciego aferrado a la marea,
como quien siembra en la arena
soñando con la cosecha infinita.

Aposté mi alma a la incondicional,
a la espera sin calendario,
al abrazo que desafía la distancia,
a la fe que no duda aunque el mundo se desplome.

Pero el amor era un espejismo,
un relámpago sin trueno,
una carta sin remitente
que el viento dispersó entre las sombras.

Y ahora me duele,
me duele el pecho de injusticia,
de tanto amor ardiendo en mis manos vacías,
de tanta ternura sin nombre, sin cuerpo.

No culpo a los demás,
me culpo a mí,
por enamorarme del amor,
por creer que tenía nombre de mujer
cuando solo era un fantasma
susurrando promesas en mi soledad.


 


 

Un año y medio de ausencia

La última vez que entré en un cuerpo,
era el tuyo.
No fue solo carne,
fue un ritual donde mi piel pronunció tu nombre,
donde mi deseo se arrodilló ante el amor.

Después vino la ausencia,
esa distancia mal escrita,
esa sombra entre los dos que llamaste tiempo.
Y yo,
yo me quedé quieto,
fiel como una llama que se niega a extinguirse.

Mi lujuria, mi placer,
todo lo que en mí ardía
lo encerré en un invierno sin fin,
para que no se derramara
ni una sola gota del amor
que aún latía por ti.

Un año y medio.
Mil días gritando tu nombre en el silencio,
alimentándome de la esperanza
como si fuese vida,
como si en cada amanecer
tuviera que convencerme de que aún volverías.

Y volviste.

Pero el amor,
el verdadero amor,
ese que yo creí entender
a través de tus palabras,
no era el mismo que tus actos tejían.

Las canciones, las promesas,
las frases hermosas
pueden llenar el aire,
pero no sostienen el alma.
Lo que importa es la consecuencia,
y yo lo fui.
Dios es mi testigo.

Un año y medio de soledad
que solo la esperanza pudo sostener.

Y ahora dime,
cuando las palabras se desvanecen,
cuando los juramentos quedan atrás,
¿qué queda de lo que fuimos?
lo que hiciste mataron tus canciones
que me dedicabas.

y yo creí y yo espere 

 

 

 


El reflejo podrido

Dices que me amas,
pero en mi ausencia te deshaces en otros brazos,
te escurres como lluvia en tierra ajena,
te derramas sin pudor,
sin temor,
sin memoria.

No, tú no amas.
Los perros se revuelcan en la carne sin pensar,
pero nosotros, los que sentimos el fuego y el hambre,
amamos con el cuerpo
como se ama una obra que nos desgarra,
como se toca la eternidad
con manos ensangrentadas de pasión.

Siempre lo mismo.
Mi sombra apenas ha cruzado el umbral
y ya buscas en otra piel
el consuelo que nunca supiste construir.
Eres de todos cuando no estoy,
y aún así me pides confianza
como si la fiebre de tu carne
no gritara más alto
que las canciones que me dedicas.

Dime,
Si tu deseo es más fuerte que tu palabra,
si tu ansia es más fiel que tu amor,
si incluso debo rogar para hablarte
después de enfrentar tu engaño hacia ti mismo,
como un mendigo arrastrándose
por un amor que nunca ha sido suyo.

No, tú no amas.
Tú solo buscas un reflejo de ti misma
para pudrirlo,
para corromperlo,
para arrastrarlo al abismo
en el que tú misma te ahogas.

 


 

¿Quién eres tú?

Te he visto abrirte muchas veces como la brisa
que invade las ventanas de la madrugada,
como el río que se entrega al mar
sin saber su nombre, sin recordar su origen.

Dime, ¿quién eres cuando la noche
te encuentra desnuda de deseo sin amor
pero cubierta de manos ajenas?
¿Quién eres cuando el placer te rompe el pudor
pero no te deja cicatrices?

Yo te he amado con el fervor
de un creyente ante su último rezo,
con la certeza de quien nombra la piel
como si nombrara la vida.
Te he tomado en mil noches
y en todas te he poseído amándote,
pero tú,
tú te deslizas en cuerpos sin alma,
te pierdes en labios sin voz,
te dejas morir en abrazos
que nunca supieron tu historia.

¿Por qué profanas tu carne
como si fuera un templo abandonado?
¿Por qué yaces sin pudor
en brazos que no te esperan al alba?

Dime,
¿quién eres tú?

 

19 de enero de 2025

El Tiempo Contigo

 

A tu lado, amor,
el tiempo es un niño travieso,
corre descalzo entre las horas,
se esconde en el rincón de tu sonrisa
y juega con la brisa que nace de tus palabras.

Tus ojos, dulces como dos luceros cansados,
acarician los minutos hasta hacerlos desaparecer.
El mundo parece detenerse,
pero no lo hace:
huye despavorido ante la luz
que brota de tus abrazos.

Es tu ternura la que deshoja los días,
como si fueran pétalos de un rosal eterno.
Es tu amor, puro como el agua que canta,
el que convierte el ahora en siempre,
el que diluye las sombras del tiempo
en el calor de tu aliento.

A tu lado, cada instante
es un susurro que nunca se agota,
una caricia que el universo nos regala
para recordarnos
que somos más grandes que el olvido.

No importa cuán rápido pase la vida:
si estoy contigo,
cada segundo es un nido,
cada hora, un rincón de cielo.
Y aunque el tiempo corra,
nosotros, amor mío,
seguiremos latiendo en la eternidad
de este abrazo sin fin.

Jpabloc


2 de enero de 2025

Hoy regresas...

 

Hoy regresas,
como el sol que rompe las cadenas del invierno,
como el agua que, después del estío,
rescata la raíz sedienta del olvido.

Fuiste ausencia,
un abismo de silencios que gritaban,
un reloj detenido en la herida del tiempo,
y cada segundo sin ti
era un eco de dolor que nunca moría.

Pero hoy, amor,
con un beso, desarmas la noche,
con una mirada, el mundo se hace nuevo.
No hay miedos, no hay sombras,
solo la verdad desnuda de este destino
que ni el hombre, ni el viento,
ni la furia del cosmos pudo arrancar.

No volvemos porque me amas,
ni porque yo te ame,
sino porque el amor, ese que nos sostiene,
es más fuerte que la razón de los días,
más vasto que el mar,
más eterno que la misma eternidad.

Hoy somos uno,
no porque quisimos,
sino porque siempre lo fuimos,
y el destino,
con sus manos invisibles,
nos volvió a juntar.

Jpabloc

10 de septiembre de 2024

Te siento lejos

 

 

Cada mañana al despertar,
mi alma busca el eco de tu voz,
y aunque el sol brille, me hace dudar,
si de verdad te fuiste o sigues en mí, amor.

Recuerdo el aroma de tus caricias,
el roce suave de tus manos al amar,
y cómo, en tus ojos, perdía mis prisas,
casi creyendo que nunca ibas a marchar.

Los días ya no son lo mismo sin ti,
el tiempo ya no pasa igual,
te fuiste y me dejaste aquí,
un cuerpo vacío, un alma fatal.

No hay día que no diga tu nombre,
como un susurro en la noche callada,
y en cada rincón, donde tu sombra se esconde,
te busco, te grito, te extraño en cada mirada.

El café ya no tiene sabor,
la risa no suena igual,
todo lo que fue amor,
ahora es un grito en un mar de sal.

Cada paso que doy, te siento lejos,
pero no hay distancia que borre tu ser,
porque en mis venas, aún corren tus reflejos,
y sin quererlo, me sigo perdiendo en tu querer.

Y aunque el mundo siga girando,
aunque todo parezca seguir,
yo no sé cómo vivir sin estar amando,
sin poder decirte que aún sigues aquí.

Jpabloc 

 

11 de junio de 2024

Repentinos

 

 


Repentinamente se cruzan destinos,

al igual que un café olvidado por el reloj,

donde los suspiros son divinos,

y los corazones laten en arco.

 

No hay espacio para el lamento,

solo eco de un sentimiento puro,

que surge del encuentro, sin tormento,

en el universo de lo fugaz y seguro.

 

Así el misterio de los amores,

que brotan de esquina menos esperada,

un destello de luz entre flores,

en el instante que abrazan la mirada.

                                             JPabloc

 

2 de mayo de 2024

Me niego a olvidar

 


Se fue el amor, y con él mi calma,
quedó mi alma rota y perdida,
las horas pasan y en mi garganta
se ahoga el eco de su despedida.

Ya no hay caricias, ni promesas,
ni susurrar en la penumbra fiel,
solo el silencio quema mis tristezas
y el vacío se convierte en la piel.

Recuerdo sus ojos, su risa leve,
y el calor que me envolvía al andar,
pero ahora solo queda el anhelo breve,
y este miedo eterno a olvidar.

Cierro los ojos, y aún te siento cerca,
en el rincón donde el amor florecía,
pero al abrirlos, mi alma se quiebra,
y el viento solo trae tu lejanía.

Me niego a olvidar, aunque ya no estés,
aunque el tiempo borre tu huella en el mar,
porque en cada rincón te busco otra vez,
y en mis sueños, te vuelvo a amar.

Se fue el amor, y la vida sigue,
pero mi corazón se niega a avanzar,
por más que el alma, rota, persiste,
mi memoria te guarda, no te deja marchar.

Jpabloc

3 de abril de 2024

La Ultima Llama

 

 


Luz se apaga lentamente
Cielo llora silencioso

Montañas tiemblan en sombras
Mar sumerge sus secretos

La última llama se va
Susurros en viento quedan

Bosques arden en tristeza
Ríos secos ya no cantan

Desolación en el alma
Tierra grita su dolor

                    JPabloc

1 de agosto de 2022

Vals de Vanidades

 


En la esquina de la envidia y la hipocresía,

bailan sombras de sombreros torcidos,

mientras la luna ríe con carcajadas sin frenesí,

y las estrellas titilan, cómplices de lo no dicho.

 

La Envidia se viste de verde,

como una manzana prohibida del Edén,

susurra secretos al oído de la Noche,

y en su mirada, la Hipocresía se ve.

 

La Hipocresía, ese traje de gala de la Mentira,

se pasea con elegancia por los salones del engaño,

mientras la Verdad se esconde, avergonzada,

bajo las faldas de la indiferencia.

 

Oh, Indiferencia, cruel y despiadada,

que cortas las alas de los sueños más audaces,

te ríes de los corazones rotos,

y bailas sobre los suspiros ahogados.

 

¡Ay, qué trío tan enredado y absurdo!

La envidia, la hipocresía y la indiferencia,

se entrelazan en un vals de vanidades,

mientras el mundo gira, indiferente a su danza.

 

                                                            Jpabloc

7 de septiembre de 2021

Entre Sombras y Fulgores

 

Entre sombras y fulgores,

se dibuja la trama de un amor, un anhelo,

como un sueño que acaricia, como el viento que susurra,

pero al despertar, solo queda el desvelo.

 

Enamorarse de una ilusión, eco en la memoria,

un reflejo distorsionado en el espejo del alma,

como un río que fluye en el desierto de la esperanza,

pero al beber de sus aguas, solo queda la calma.

 

Oh, cuánto duele el desencanto, la ilusión desvanecida,

como pétalos que caen al suelo, marchitos y heridos,

lo real que no es real, como un sueño efímero,

un engaño propio por las ganas de amar, perdido.

 

Se tejen los hilos del deseo con hebras de fantasía,

se construyen castillos en el aire, sin cimientos ni alegría,

como mariposas que danzan de noche sin estrellas,

pero al amanecer, solo queda la melancolía.

 

En el eco del silencio, en el abismo de decepción,

se desvanece la bruma del amor, una ilusión,

lo real que no es real, como una sombra fugaz,

un espejismo, oasis del corazón.

 

Pero aún en penumbra, en oscuridad del duelo,

se alza la voz del alma, con un susurro, un anhelo,

porque, aunque duela la verdad, aunque arda la herida,

siempre habrá un nuevo amanecer, una nueva vida.

Jpabloc