"Error 404: Amor no encontrado"
Siempre pensé que el amor era un río eterno,
un fuego encendido sin miedo a la lluvia,
una patria sin frontera ni relojes,
una voz que responde aunque el eco se pierda.
Lo pensé, y volqué mi vida a su cauce,
como un náufrago ciego aferrado a la marea,
como quien siembra en la arena
soñando con la cosecha infinita.
Aposté mi alma a la incondicional,
a la espera sin calendario,
al abrazo que desafía la distancia,
a la fe que no duda aunque el mundo se desplome.
Pero el amor era un espejismo,
un relámpago sin trueno,
una carta sin remitente
que el viento dispersó entre las sombras.
Y ahora me duele,
me duele el pecho de injusticia,
de tanto amor ardiendo en mis manos vacías,
de tanta ternura sin nombre, sin cuerpo.
No culpo a los demás,
me culpo a mí,
por enamorarme del amor,
por creer que tenía nombre de mujer
cuando solo era un fantasma
susurrando promesas en mi soledad.