Cada mañana al despertar,
mi alma busca el eco de tu voz,
y aunque el sol brille, me hace dudar,
si de verdad te fuiste o sigues en mí, amor.
Recuerdo el aroma de tus caricias,
el roce suave de tus manos al amar,
y cómo, en tus ojos, perdía mis prisas,
casi creyendo que nunca ibas a marchar.
Los días ya no son lo mismo sin ti,
el tiempo ya no pasa igual,
te fuiste y me dejaste aquí,
un cuerpo vacío, un alma fatal.
No hay día que no diga tu nombre,
como un susurro en la noche callada,
y en cada rincón, donde tu sombra se esconde,
te busco, te grito, te extraño en cada mirada.
El café ya no tiene sabor,
la risa no suena igual,
todo lo que fue amor,
ahora es un grito en un mar de sal.
Cada paso que doy, te siento lejos,
pero no hay distancia que borre tu ser,
porque en mis venas, aún corren tus reflejos,
y sin quererlo, me sigo perdiendo en tu querer.
Y aunque el mundo siga girando,
aunque todo parezca seguir,
yo no sé cómo vivir sin estar amando,
sin poder decirte que aún sigues aquí.
Jpabloc