Entre los recuerdos de mi alma fiel,
Aparece un amigo tan leal,
Un compañero que era mi piel,
Caminando a mi lado, sin igual.
Jack, mi perro, de orejas al viento,
Inspiraba ternura y alegría,
Con su mirada, un dulce aliento,
En cada aventura, mi guía.
Juguetón como brisa en la pradera,
Acariciaba el alma con su presencia,
Con ladridos de amor, sincera,
Inundaba mi vida de esencia.
Otro día nace en la memoria,
Recordando tu noble corazón,
Entre risas y alguna victoria,
Juntos, enfrentando cada estación.
Amigo eterno, mi fiel escudero,
Contigo el tiempo era un regalo,
Recuerdos de afecto, sin embargo,
En mi alma, tu esencia no se ha apagado.
Juntos compartimos la travesía,
Orgullosos, desafiando la vida,
Riendo, llorando, día a día,
Eras más que un perro, mi guarida.
Aunque hoy tu ausencia duela tanto,
Recuerdo con gratitud cada instante,
Serás siempre mi eterno encanto,
En el cielo canino, radiante.
Ahora, en la noche, bajo la luna,
Cierro los ojos y te veo corretear,
En cada estrella, tu alma cuna,
Mi perro Jack, por siempre en mi andar.
JPabloc